Hoy canto pensando en vos sabiendo que te extraño nuevamente, solo y angustiado. Siento pensando en mí, queriendo que los momentos se extiendan cada día un poco más. Mi voz es terca y fue la primera en olvidar tu nombre.
Mi piel ya no sabrá cuántos de tus besos quedaron escondidos, ni que en un suspiro podría verlos renacer. Soy pura resignación, de la que vive inquieta peleando por no exigir; pura imaginación, de la que grita y se expresa pateando para existir.
Te encontré un día en otro rostro y con otras señas, queriéndome imaginar contigo en tu propia vida. Siempre lejana, vibrante, como nunca dejaste de ser, tan cercana y amenazante como la noche al atardecer.
Hoy te escribo y me sé fiel, sonriéndote en otros ojos. Ya no canto, soy murmullo de un recuerdo irreverente; tampoco sufro, soy la danza del ritmo de mis batallas.
Sos mis dudas, mis temores, cada una de mis faltas.
Te adjudico mis olvidos y este, mi adiós sincero.
Te adjudico un muy bueno! je
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