lunes, 27 de febrero de 2012

Reina

Si soy momentos seré una pausa, dijo un día mi corazón. Sonrió a sus anchas, se irguió al instante y sacudió su pequeña presencia. Tomé en mis manos sus expectativas y lloré mostrando las encías con una risa sincera, de esas que nos abaratan la culpa. Fue la segunda vez que nos vimos y también cuando aprendimos a disfrazarnos de hoja en blanco.

Pasé noches en mi rostro y mirando por mis ventanas, sintiendo el cómo ser otro en base a lo que no quiero de mí. Jugué con letras y palabras al ritmo de la risa de turno, marcando mis límites de acuerdo a las reglas que fui encontrando en el camino. Corrí por un amplio castillo cargado de ilusiones huecas y sin sentido, de cuentos que sin magia pecan de incomprensibles y de canciones que aún esperan a quien las lleve de la mano. Me conté las mejores historias que podré alguna vez imaginar.

Con cientos de escapes en mi cabeza puse los pies sobre la tierra. Encontré un laberinto hermoso en el que me puse cómodo y ahí vivo hace unos meses, esperando. Con el barro te di forma y una que otra inquietud, pero sigo buscando el nombre que pueda vestir tu sonrisa. Sé que te amo y acá estoy. Evitándote.

4 comentarios:

  1. A veces,es necesario ser una pausa en la vida,para poder continuar.Y uno siempre trata de evitar,lo que te hace daño.Admiro tu forma de expresarte.Admiro tu forma de seguir ,y tener la fuerza de escribirlo.Sos un gran talento que trasciende en cada una de las cosas que escribis.Malala

    ResponderEliminar
  2. Laberintos que son para perderse y encontrarse. Laberintos de donde no hay necesidad de partir.
    Keep writing.

    ResponderEliminar
  3. Que gusto venir y leerte y sobretodo ver como estás escribiendo. Orgullo de amiga nueva, orgullo de las letras que ojalá se nos broten pronto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Hola. Muy buen blog y excelente relato. Felicitaciones.
    Saludos.
    P/D: Coincido con el primer comentario, absolutamente.

    ResponderEliminar